Mujeres y Poder en la Sociedad Mochica Tardía
Las sacerdotisas de San
José de Moro son a la fecha las mujeres más ricas encontradas en contextos
mochicas excavados por arqueólogos. Por riqueza nos referimos, obviamente a un
término un tanto peligroso, ya que la concebimos como una expresión de la
complejidad cuantitativa y cualitativa del ajuar funerario con el que fueron
encontradas. Lo que hoy ponderamos como riqueza pudo no ser tal en el pasado,
además de que no sabemos a ciencia cierta si esta riqueza en la muerte es una
expresión de riqueza en la vida.
Cuando hablamos de
mujeres de élite en el pasado debemos necesariamente preguntarnos de dónde
procede su posición privilegiada y en última instancia cómo se gesta su poder.
Si bien este es un tema que puede resultar excesivo para el registro
arqueológico, creemos que una reflexión acerca de estos temas no es un
ejercicio ocioso sino más bien una necesaria consideración acerca de los datos
disponibles.
Tratando de definir el
origen del poder de las mujeres que vivieron en las postrimerías del estado
mochica en San José de Moro caemos en la cuenta que pudo generarse de diversas
formas que parecerían corresponden a la lógica del desarrollo de la sociedad en
su conjunto, y de las circunstancias particulares de esta región. El poder y la
posición de las mujeres que analizamos pudo generarse por asociación, es decir
porque una determinada mujer estuvo casada con, o fue madre de alguien en
particular. Este poder está adscrito a la persona por cuanto su perfomance no
deviene en mayor o menor poder, sino que se deriva sólo de la asociación con un
individuo. Podemos deducir que un poder adscrito es independiente de la función
que ocupa el individuo, por cuanto su mayor fuente de poder está dada por su
asociación. Una reina es tal porque está casada con un monarca o por ser su
madre, sus otras funciones son menores y limitadas comparadas con el poder que
deviene de su asociación con el rey. Cuando llega la hora de su entierro es de
esperarse que se enfaticen los rasgos que la acercan al monarca, es decir
aquellos que la definen como reina.
Otra forma de generar
poder es por adquisición, es decir por la función que una mujer ocupó durante
su vida. En este caso lo que se enfatiza es la realización de uno o varios
papeles. Las sacerdotisas fueron enterradas con una clara referencia a su
función en el sistema ceremonial. Su poder, por lo tanto, no deviene de su
origen o adscripción, sino de su función. Pensamos que el tránsito de un poder
basado en sistemas de adscripción a uno basado en sistemas de adquisición, y de
función, refleja una complejización de las performances que las mujeres
debieron cumplir en la sociedad mochica.
Estos cambios son aún
más significativos si consideramos que en el caso mochica se trata de una
sociedad que estuvo transitando desde formas de organización propias del
cacicazgo a formaciones estatales. En los cacicazgos el poder está basado en
clanes cónicos o sistemas de linaje definidos por asociaciones de
consanguinidad y proximidad con el gobernante. Una mujer definirá su posición
en base a su parentesco con él y transmitirá su linaje a sus descendientes, su
posición estará adscrita desde su nacimiento y poco podrá hacer por variarla.
En sociedades estatales,
más grandes y complejas que las anteriores, si bien el poder se mantiene aún en
manos de una pequeña minoría de individuos emparentados entre si, por su propia
dimensión tiene que ser más inclusiva, atrayendo hacia la elite gobernante a
individuos capaces. En los estados, un nuevo ingrediente aparece en la
generación de la jerarquía social. Las funciones que ocupan los individuos son
las que definen su posición.
En el caso mochica, las
tumbas de las mujeres identificadas como la Sacerdotisa de la Ceremonia del
Sacrificio nos otorgan información importante que nos sugiere una serie de
posibilidades respecto a la posición social que podría haber cumplido alguien
como ella dentro de esta sociedad. A juzgar por la información arqueológica de
contexto con la que se cuenta en la actualidad, parece ser que estamos frente a
un caso de incorporación a la elite gobernante de la sociedad mochica en sus
fases tardías de una mujer o linaje de mujeres. En las fuentes del poder de
éstas encontramos aspectos adscritos y adquiridos.
Tanto la arqueología
como la iconografía mochica nos ofrecen un complejo y cambiante panorama en lo
que se refiere al papel de la mujer a lo largo de su desarrollo. El examen
minucioso de la documentación disponible nos permite abordar aspectos antes no
considerados para períodos en los que pensábamos que este tipo de investigación
estaba vedada. Es decir, que la arqueología puede aportar al estudio de la
mujer en el pasado una profundidad cronológica, y por lo tanto los fundamentos
de muchas de las condiciones que siglos después y ya maduras vemos a través de
los documentos históricos y etnográficos.
Luis Jaime Castillo
Butters - Ulla Sarela Holmquist:
“MUJERES Y PODER EN LA SOCIEDAD MOCHICA TARDÍA”